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Generalidades de los Ciclones Tropicales
Generalidades de los Ciclones Tropicales

Los ciclones tropicales, su clasificación y las zonas del mundo donde se originan.

Un ciclón tropical es un término genérico que se emplea para designar a los sistemas de baja presión que se forman en los océanos, en un ambiente homogéneo y generalmente en la zona tropical. El ciclón tropical está acompañado de una amplia área de nublados, con lluvias, chubascos y tormentas eléctricas y tiene asociada una circulación superficial de los vientos en sentido contrario al de las manecillas del reloj en el hemisferio norte, siendo en el mismo sentido que éste en el hemisferio sur.

Condiciones necesarias para la formación de los ciclones tropicales. Ciclo de vida. Zonas del Mundo donde se originan.

Los ciclones tropicales se forman sobre las aguas cálidas de la zona tropical o subtropical a partir de perturbaciones pre-existentes, las que consisten en áreas de inestabilidad, como son las ondas tropicales. Pueden también formarse en la zona de inestabilidad del extremo sur de un frente frío y, a veces, a partir de zonas de baja presión de núcleo frío (« bajas frías ») en la atmósfera superior.

Hay varias condiciones que posibilitan que un ciclón tropical se forme y se desarrolle hasta convertirse en huracán. Hay al menos tres condiciones que son completamente necesarias,

1. Una perturbación pre-existente : área extensa de nubosidad con lluvias, chubascos y tormentas eléctricas.
2. Temperatura cálida de las aguas del océano : 26,6 ºC o superior, hasta una profundidad de al menos 45 metros.
3. Vientos en la atmósfera superior : que sean débiles y no cambien mucho de dirección y velocidad a través de la altura de la atmósfera (bajo cizallamiento)

Mediante el contacto con las aguas cálidas del océano, la perturbación pre-existente recibe el calor y la energía. Comienza a formarse una zona donde la presión atmosférica es algo inferior a la de los alrededores. Cerca de la superficie del océano, los vientos empiezan a girar como un torbellino con centro en la zona de baja presión de la perturbación. Durante estas primeras etapas, el sistema meteorológico se compone de un agrupamiento relativamente poco organizado de chubascos y tormentas eléctricas. Las aguas cálidas del océano agregan más humedad y calor al aire que sube, y a medida que la humedad se condensa formando los chubascos y lluvias, se genera más calor, lo cual suministra energía adicional al sistema. La configuración de la atmósfera superior debe garantizar que el aire que penetra por los niveles superficiales salga al exterior del sistema por los niveles superiores. Así que si los vientos en altura son débiles y varían poco en dirección, la energía puede seguir concentrándose, el sistema puede fortalecerse y transformarse en una depresión tropical. Llegado este punto, el sistema comienza a adquirir el familiar aspecto en espiral, debido al flujo de los vientos y a la rotación terrestre.

Si las condiciones oceánicas y de la atmósfera superior continúan siendo favorables, el ciclón sigue fortaleciéndose hasta convertirse en una tormenta tropical, las bandas de chubascos y tormentas añaden más calor y humedad y el ciclón pasa relativamente en poco tiempo al estadío de huracán. Es en este momento cuando suele formarse el llamado ojo del huracán, debido a que el aire baja rápidamente por el centro, secando y calentando esa zona, en la cual no hay nubes y el viento está en calma.

El ciclo de vida de un huracán puede durar más de dos semanas sobre las aguas del océano y en ese período puede recorrer una larga trayectoria.

De la misma manera en que varios factores contribuyen a la formación de un huracán, existen otros que promueven su debilitamiento y disipación. El huracán puede debilitarse o disiparse sobre el mar debido a la existencia de fuertes vientos superiores o gran diferencia en dirección y velocidad entre los vientos a diferentes niveles, desde la superficie hasta 10 a 12 kilómetros de altura. Entonces se dice que hay una fuerte cizalladura vertical del viento. También puede debilitarse si se desplaza sobre aguas más frías o sobre una zona más seca. Típicamente, una vez que un huracán alcanza tierra firme, pierde la fuente principal de humedad y la circulación superficial puede verse reducida por la fricción con la topografía del terreno. Por lo general, un huracán o un ciclón tropical que está debilitándose puede volver a cobrar mayor intensidad si se desplaza hacia una región más favorable o interactúa con un sistema frontal de las latitudes medias.

Las condiciones generales de formación y desarrollo de los ciclones tropicales ocurren durante los meses de verano en los océanos tropicales del mundo, con la excepción del Atlántico Sur y de la porción Sudeste del Pacífico, debido a que en estas zonas, a pesar de ser tropicales, las capas superficiales del océano son relativamente frías, con temperaturas por debajo de los 26.5 ºC.

La temporada ciclónica. Zonas de formación de ciclones tropicales en el Atlántico Norte, el Mar Caribe y el Golfo de México durantelos diferentes meses de la temporada ciclónica.

Oficialmente, la temporada de ciclónica o de huracanes comienza el 1º de junio y termina el 30 de noviembre en la cuenca del Atlántico (que comprende el Océano Atlántico, el Mar Caribe y el Golfo de México). Como la parte más activa de la temporada ocurre entre mediados de agosto y finales de octubre. Sin embargo, pueden producirse huracanes en cualquier momento durante la temporada.

Por lo general, las zonas donde se forman los huracanes y las trayectorias que éstos siguen están relacionadas con el mes en que se forman.

Como regla general, a comienzo y fin de la temporada (junio, octubre y noviembre) los ciclones tropicales se forman en el Mar Caribe occidental y en el Golfo de México, mientras que en los meses centrales de la temporada (julio, agosto y septiembre) se forman en el Atlántico, usualmente entre Africa y las Antillas Menores. Estas son las condiciones promedio; sin embargo, los huracanes pueden formarse en distintos lugares. No obstante, si se hace una idea del patrón general, podrá llegar a comprender mejor que en Cuba los meses más peligrosos son los del inicio y fin de la temporada por su formación en el Mar Caribe occidental.

Cada año, se forman como promedio diez tormentas tropicales sobre el Océano Atlántico, el Caribe y el Golfo de México, muchas de las cuales nunca salen de las aguas del océano.

La distribución de los promedios de formación por meses es la siguiente:

Período Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre
1886 - 2000 0.5 0.7 2.1 2.9 1.8 0.4

El movimiento de los ciclones tropicales. Trayectorias más comunes en el Atlántico.

Aparte del movimiento de rotación espiralada de los vientos alrededor del centro de baja presión, los ciclones tropicales se desplazan como un todo hacia regiones geográficas, a veces muy distantes de la zona donde surgió. La dirección del movimiento es gobernada por los sistemas que rodean al ciclón tropical, sean estos anticiclones u ondas superiores. Como para cierta época del año hay coincidencia de similar situación de los sistemas meteorológicos, se dan regularidades en el movimiento de los ciclones tropicales, aunque a veces se producen grandes excepciones.

El movimiento de los ciclones tropicales se produce de manera general en dos ramas de una parábola, la primera rama con rumbo general al Oeste u Oestenoroeste, para llegar a un punto de recurva en el que disminuye su velocidad o se estaciona, para cambiar drásticamente la dirección de su movimiento, tomando entonces una segunda rama hacia el Norte, Nortenordeste y después al Nordeste.

En los meses de junio, octubre y noviembre, el movimiento general es próximo al norte, mientras que julio, agosto y septiembre, las trayectorias son alargadas, extendiéndose desde la costa de Africa con orientación general hacia el Oeste.

Clasificación de los Ciclones Tropicales.

Los ciclones tropicales se clasifican de acuerdo a la velocidad que alcanzan los vientos máximos sostenidos (promediados en un minuto),de la siguiente manera:

Depresión tropical : vientos máximos sostenidos inferiores a 63 kilómetros por hora.
Tormenta tropical : vientos máximos sostenidos entre 63 y 117 kilómetros por hora.
Huracán : vientos máximos sostenidos superiores a 117 kilómetros por hora.

La escala Saffir/Simpson de clasificación de huracanes.

Se llama Huracán al ciclón tropical totalmente desarrollado. Como los mismos se clasifican a partir de los vientos máximos sostenidos (1 minuto) y el poder destructivo de los huracanes aumenta rápidamente, ya que depende no de la velocidad del viento, sino del cuadrado de esta variable, se ha puesto en uso la clasificación de los huracanes en una escala de cinco categorías, llamada escala Saffir-Simpson. Esta escala es la siguiente:

Categoría Viento máximo sostenido (km/h) Daños
1 118 – 153 Mínimos
2 154 – 177 Moderados
3 178 – 209 Extensos
4 210 – 250 Extremos
5 >250 Catastróficos

Los huracanes de categoría 3 o superiores se denominan huracanes de gran intensidad.

Elementos peligrosos en un ciclón tropical.

Los principales fenómenos peligrosos que acompañan a un ciclón tropical son la surgencia, los vientos fuertes, las precipitaciones intensas, el oleaje y los tornados.

Surgencia.

La surgencia es el fenómeno natural más dañino provocado por un ciclón tropical, tanto para la vida humana como para los bienes materiales de la sociedad. Definiéndola en una forma sencilla, consiste en una impresionante y repentina ola que llega junto con el organismo a tierra, está constituida por una onda de longitud larga, que como promedio puede afectar de 150 a 200 km. de costas, durabilidad de algunas horas, alcanza su mayor altura a la derecha de la trayectoria del organismo, en la región de los vientos máximos y es provocada por la tensión de los vientos fuertes y la caída de la presión atmosférica al encontrarse este organismo tropical sobre una región de plataforma insular o continental de poca profundidad, pudiendo alcanzar alturas superiores a los 6 m.

Marea de Tormenta.

Esta consiste en la combinación de la surgencia con la marea astronómica presente en el lugar donde está ocurriendo el fenómeno, produciéndose la mayor sobre elevación del nivel medio del mar ante la presencia de una pleamar.

A los efectos devastadores de este dañino fenómeno natural debe de añadírsele la altura que alcanzan las olas provocadas por el ciclón tropical, las cuales se desplazan por encima de ella.

Las lluvias torrenciales.

El ciclón tropical es un sistema productor de lluvia. Cuando un ciclón tropical toca tierra, es común que deje entre 100 y 300 mm o más de lluvia en una amplia zona. Sin embargo, la lluvia no depende de la intensidad del ciclón tropical. Sin embargo, un desplazamiento lento o errático sobre una misma área, una zona de topografía accidentada y la interacción con otros sistemas meteorológicos, ocasiona lluvias torrenciales que a su vez producen grandes y devastadoras inundaciones. El grado de peligro que representan las inundaciones depende, además del nivel de saturación del suelo, por lo que si después de varios días con lluvias ocurre la afectación de un ciclón tropical, las inundaciones son mucho más extensas y mortíferas. Los deslizamientos de tierra en zonas montañosas es otro factor muy peligroso que se produce a consecuencia de las lluvias intensas.

En los estadíos de Depresión Tropical y Tormenta Tropical, las lluvias generalmente están alejadas del centro y ocurren hacia la derecha entre 100 y 300 kilómetros de distancia del centro

Los vientos intensos.

Los ciclones tropicales se clasifican, como ya se vio, de acuerdo a la velocidad de los vientos máximos sostenidos promediados en un minuto. El poder destructor del viento aumenta rápidamente con su velocidad, ya que depende no de la velocidad en sí del viento, sino del cuadrado de esa velocidad.

Los vientos de una Depresión Tropical son usualmente débiles y sólo son capaces de ocasionar daños en estructuras débiles o en cultivos de poca raíz y amplio follaje como el plátano. En una tormenta tropical son lo suficientemente fuertes como para representar ya una cierta amenaza.

Los vientos de intensidad de huracán pueden fácilmente destruir una casa o un edificio cuya estructura es de mala calidad. Durante un huracán, los escombros, los carteles, las tejas y materiales que se desprenden de los techos y cualquier objeto pequeño que se haya dejado afuera, se transforman en proyectiles. Los vientos más intensos soplan generalmente en el lado derecho de la pared del ojo del huracán.

Las rachas son intensidades grandes del viento, en sólo 2 a 3 segundos de duración, que superan al viento máximo sostenido de 1.2 a 1.5 veces su valor. Son las que más daños ocasionan.

Los vientos de intensidad de huracán también pueden dañar los edificios altos ya que la fuerza del viento suele aumentar con la altura hasta en una categoría de la escala Saffir-Simpson.

Descripción del paso de un huracán por una localidad. Características encontradas en el “ojo”.

Cuando un huracán se acerca a una localidad, el observador ve que de hora en hora se incrementa la frecuencia y la intensidad de los chubascos y tormentas eléctricas, los vientos van aumentando y el tiempo en general va deteriorándose rápidamente. Después vendrá el huracán en toda su intensidad, y si el ojo pasa por la localidad, entonces abruptamente vendrá la calma, saldrá el sol si es de día o se vean las estrellas y la luna si es de noche, pues el cielo estará despejado o con nubes altas, un cierto tiempo después, volverá el huracán en toda su furia, y a veces lo peor ocurre después de pasar el ojo. Esta descripción será mejor comprendida después que a continuación se analicen las distintas partes de la estructura del huracán.

Las partes principales de la estructura horizontal de un huracán son el centro u ojo, la pared del ojo y las bandas espirales de lluvia que conforman el cuerpo del huracán. El aire se mueve hacia el centro en espiral, en dirección generalmente contraria a la de las manecillas del reloj y sale por arriba, a alturas entre 5 y 10 kilómetros, en la dirección opuesta.

El Centro u ojo del huracán.

El ojo no existe en los estadíos de Depresión Tropical y Tormenta Tropical. Aparece en el primer estadío del huracán, a veces cercano a la Categoría 2. Esto ocurre porque es necesaria una velocidad apreciable del viento que genere en el centro de rotación una zona donde las fuerzas se equilibren, y el aire desciende seco y más cálido, formando la zona sin nubes del ojo. El ojo puede medir entre 30 y 60 km de diámetro.

La pared del ojo.

La densa pared de tormentas eléctricas y chubascos que rodea al ojo, es la zona de mayor convergencia del aire superficial, por tanto es donde se encuentran los vientos más intensos del huracán. Un cambio en la estructura del ojo y la pared del ojo durante cualquier momento de la vida de un huracán, puede alterar la velocidad del viento, que es una indicación de la intensidad del sistema. El diámetro del ojo puede aumentar o disminuir en tamaño y es posible que se formen dos paredes concéntricas alrededor del ojo. En los sistemas débiles pueden aparecer hasta dos y tres ojos o centros de circulación, pero por poco tiempo.

Las bandas de lluvia en espiral.

Las bandas de lluvia externas del huracán (cuyos vientos a menudo alcanzan intensidad de huracán o de tormenta tropical) pueden extenderse a varios cientos de kilómetros del centro. A veces, estas bandas y el ojo quedan ocultos por las nubes altas; en estos casos, puede resultar difícil para el pronosticador usar las imágenes de satélite para seguir el movimiento del ciclón, sobre todo de noche

Algunos Huracanes importantes en la historia de Cuba. Sus efectos.

En Cuba, la mayor catástrofe natural de nuestra historia está relacionada con la marea de tormenta o surgencia. Una marea de tormenta de 6 metros de altura asociada a un huracán de gran intensidad el 9 de noviembre de 1932 en Santa Cruz del Sur, Camagüey, arrasó la población, que resultó literalmente barrida del mapa, con el triste saldo de más de 3000 muertos.

Las lluvias torrenciales asociadas con el huracán Flora del 4 al 7 de octubre de 1963 ocasionó en la región oriental del País la segunda catástrofe natural de nuestra historia. El lento y errático movimiento del huracán sobre zonas montañosas produjo acumulados de hasta 1800 mm en 72 horas, prácticamente la lluvia de un año en tres días. Hubo que lamentar más de 1000 muertes.

Los vientos alcanzaron rachas de 262 km/h en la Capital del País durante el huracán del 18 de octubre de 1944. Los vientos huracanados soplaron durante 14 horas, estando por 7 horas por encima de los 200km/h. Se reportaron 300 muertos.

El pronóstico de los huracanes y su impacto en la Sociedad. Los sistemas de aviso y mitigación en caso de ciclones tropicales.

Catástrofes como las anteriormente mencionadas son afortunadamente algo del pasado que nunca volverá. Cuba tiene ahora un moderno sistema de pronósticos y avisos, una Defensa Civil con planes concretos de protección en los que participan todos, y una voluntad política que prioriza la protección de la vida humana.

Gracias a los adelantos que se han logrado en los últimos 20 años en materia de tecnología, modelos de huracanes por computadora, conocimiento y la experiencia de los pronosticadores, ha aumentado enormemente la precisión de los pronósticos. Pese a estos adelantos, aún no comprendemos plenamente las complejas interacciones que se producen en la atmósfera y no se pueden producir modelos adecuados de ellas, lo cual limita la exactitud de los pronósticos. Pronosticar huracanes sigue siendo una tarea muy difícil, quiere decir que ningún pronóstico puede ser perfecto, por tanto tienen un grado de incertidumbre con el que hemos aprendido a vivir, lo que ha contribuido a reducir considerablemente la cantidad de muertes que se pueden atribuir a los ciclones tropicales y a los peligros con ellos relacionados.

Para pronosticar huracanes, como otros sistemas meteorológicos se emplean diferentes técnicas, modelos de pronóstico y seguimiento por satélite y radar. Los modelos de pronóstico son esquemas matemáticos que a partir de condiciones atmosféricas dadas, prevén las futuras. En el caso de los ciclones tropicales hay técnicas climatológico-persistentes, sinóptico-estadísticas y dinámicas.

Las climatológico-persistentes están relacionadas con el archivo histórico de ciclones tropicales del pasado, cómo se comportaron según la época del año y el movimiento que ha tenido en las 12 o 24 horas anteriores. Son esquemas que sólo se usan en la actualidad cuando el ciclón tropical está en áreas muy distantes y se tienen pocos datos. Los esquemas sinóptico-estadísticos parten de ecuaciones estadísticas que toman en cuenta la configuración y valor de los sistemas atmosféricos y su interacción con el ciclón tropical.

Los modelos dinámicos son los de mejor funcionamiento en la actualidad y permiten vislumbrar el estado futuro de la atmósfera con bastante certidumbre en plazos de 72 horas, en especial los sistemas de altas presiones y ondas superiores que están próximos e influyen el ciclón tropical.

Pero el meteorólogo no confía ciegamente en los modelos. Los analiza todos, conoce sus virtudes y defectos, y emplea su experiencia y habilidad a la hora de tomar la decisión y pronosticar la futura trayectoria y evolución del ciclón tropical. Es entonces, que se hacen los Avisos de Ciclón Tropical, los cuales son rápidamente transmitidos por la radio y la televisión.

Pronósticos de la trayectoria de un huracán: Los pronosticadores deben analizar una enorme cantidad de datos, incluidos los resultados de los distintos modelos numéricos, que pueden estar en conflicto entre sí, y luego realizar el mejor cálculo posible para brindar un pronóstico de trayectoria e intensidad para 72 horas. Al igual que nos resulta más fácil predecir dónde estaremos en 12 horas que en 72, es más fácil predecir dónde estará un huracán justo antes de que toque tierra (aunque su trayectoria puede cambiar inesperadamente). Cuando el período de pronóstico es breve, el error en la trayectoria pronosticada es relativamente menor, mientras que cuando el pronóstico es para un período más prolongado, el margen de error aumenta considerablemente. Si está consciente de la existencia de estos errores en las previsiones, podrá evaluar mejor el potencial de peligro.

Aunque la intensidad de un huracán ofrece una indicación de su capacidad de destrucción, el impacto de un huracán depende de dónde y cuándo azota.

Cono de trayectorias pronosticadas

Los pronósticos de trayectoria de un ciclón tropical, como todo otro pronóstico, están sujetos a errores. Estos errores son pequeños en las primeras horas, pero van creciendo con cada hora subsiguiente. Para ilustrar estas incertidumbres se emplea un cono representativo del haz de trayectorias.

Puede decirse que este cono representa de un 60 % a 70 % de probabilidad de que el centro del ciclón tropical está contenido por él en el plazo total del pronóstico. Para construir el cono se toma la trayectoria consenso de los modelos junto a una concesión subjetiva por la experiencia del pronosticador y se extiende hacia ambos lados de acuerdo con los errores promedios de cada plazo durante un período de muchos años. Esto es, en 12 horas 75 kilómetros; en 24 horas, 140 kilómetros; en 36 horas 200 kilómetros; en 48 horas, 265 kilómetros y en 72 horas, 400 kilómetros.

Pronóstico Estacional en Ciclones Tropicales.

Muchos científicos han tratado de descubrir maneras de predecir la actividad ciclónica a largo plazo. No se ha detectado ninguna relación entre la actividad ciclónica al comienzo de la temporada de huracanes y dicha actividad durante el resto de la temporada. Sin embargo, sí sabemos que, a lo largo de muchos años, los huracanes presentan ciclos de mayor y menor actividad. Los estudios actualmente en curso son prometedores en lo que se refiere a pronosticar la actividad anual de las tormentas tropicales y los huracanes con un año o más de anticipación. No existen (y es probable que nunca lleguen a existir) técnicas que permitan pronosticar a largo plazo los lugares específicos en los que azotará un huracán.

El Sistema de Avisos y Alertas de Ciclones Tropicales.

La Alerta Temprana representa un elemento de gran utilidad al informar con suficiente antelación (superior a 48 horas e inferior a 120 horas) a las autoridades que deben tomar decisiones, de concretarse el peligro, de la posibilidad de que algún Fenómeno Meteorológico Peligroso afecte a zonas del territorio nacional. Representa una alerta de que algo puede suceder y promueve la preocupación, por la percepción creciente de un posible peligro.

Ya a períodos de tiempo inferiores a 48 horas, las alertas vienen contenidas en los Avisos de Ciclón Tropical. Estos avisos se emiten con una mayor frecuencia a medida que está más próximo el ciclón. Cuando éstos se encuentran situados al este del meridiano 55 ºW o al norte del paralelo 30 ºN, se emiten cada 24 horas a las seis de la tarde; si el ciclón tropical ha penetrado, o se ha generado, dentro de los límites señalados anteriormente, los avisos se emiten cada 12 horas, a las 6 pm y 6 am, por otra parte, si el ciclón tropical representara algún peligro para Cuba en las próximas 72 horas, los Avisos de Ciclón Tropical se emiten cada 6 horas, a las 6 pm, 12 pm, 6 am y 12m..

La Interacción con los Medios y la Defensa Civil.

Es muy importante la interacción de los pronosticadores con los medios de difusión y la Defensa Civil. A través de los medios de difusión, principalmente la radio y la televisión, los meteorólogos dan conocer sus pronósticos a la población, la que está habituada a verlo diariamente en la emisión estelar del NTV y en la revista « Buenos Días » y a través de otros programas de las emisoras nacionales y provinciales de radio y televisión. Sin embargo, ante la amenaza de un Ciclón Tropical o cualquier otro fenómeno meteorológico peligroso de gran envergadura, las cámaras de la TV y los micrófonos de las cadenas nacionales de radio se trasladan a la sede del Centro de Pronósticos y desde allí se dan a conocer los avisos y cualquier otra información actualizada. Los pronosticadores interactúan con los periodistas, y de esa manera se brinda una información oficial y única, en la cual nuestro pueblo tiene una gran confianza.

La prensa escrita, debido a su mayor lentitud de difusión, no puede dar estos avisos actualizados. Sin embargo, la información complementaria que aparece en los artículos que publica es de gran utilidad para que se conozcan más detalles de la situación meteorológica general y de la amenaza del ciclón tropical en particular. Los medios de difusión divulgan, además, el esfuerzo que hace el País para proteger a la población y la economía a través de las orientaciones emitidas por el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil y los Consejos de Defensa Provinciales.

El Sistema de Defensa Civil en casos de Ciclón Tropical.

Es de suma importancia la interacción de los pronosticadores con el Sistema Nacional de la Defensa Civil, porque las orientaciones de éste órgano son las que permiten disminuir las pérdidas humanas y materiales. La Defensa Civil tiene establecida cuatro fases ciclónicas. Las orientaciones se toman teniendo en cuenta que debe terminarse la evacuación antes de que comiencen a manifestarse las lluvias intensas, que pueden dejar incomunicados los caminos, y antes de que comiencen a soplar los vientos de intensidad de tormenta tropical, no los de intensidad de huracán. Se toman en consideración además otros factores para garantizar en todo momento la seguridad de la población, tales como el no realizar la evacuación de noche a menos que sea imprescindible hacerlo.

Las cuatro fases ciclónicas son :

La Fase Informativa por ciclón tropical: Se establece por el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil (EMN-DC) cuando el Centro de Pronósticos del INSMET (CP) ha informado del surgimiento o la existencia de un ciclón tropical y de su posible aproximación a cualquier punto del País en un período de tiempo próximo a las 72 horas, tomando además en consideración las características del organismo ciclónico.

La Fase de Alerta Ciclónica : Se establece por el EMN-DC cuando el CP ha informado que un ciclón tropical puede comenzar a afectar a alguna parte del territorio nacional en las próximas 48 horas.

La Fase de Alarma Ciclónica : Se establece por el EMN-DC cuando el CP ha informado que es inminente la afectación al País de un ciclón tropical en las próximas 24 horas.

La Fase Recuperativa: Se establece una vez que el fenómeno meteorológico haya dejado de afectar a un territorio dado y si es necesario la realización de trabajos de liquidación de las consecuencias.

Para el establecimiento de las fases ciclónicas la Defensa Civil tiene en cuenta además :

a) Las características propias del sistema meteorológico (Depresión Tropical, Tormenta Tropical o Huracán).

b) Intensidad de los vientos máximos y áreas de lluvia que acompañan al ciclón tropical.

c) Características específicas del territorio amenazado (costa, llano, montañas, ríos, etc.)

c) Estado de las presas y del manto freático.