Eventos Hidrológicos Mínimos
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2- Déficit Estacionales en la Región del Caribe
En la región no todos los países presentan períodos estacionales semejantes. Esto complica tanto el análisis en cada país como la comparación de los resultados entre unos y otros, por lo que para la presente valoración se prefiere, por ahora, proporcionar preliminarmente las tablas que recogen el comportamiento de los déficit estacionales por países y puntos correspondientes estudiados (Resúmenes). Esta información posibilita al interesado en un país en específico, completar el análisis del modo deseado.
- Características generales de las lluvias, los déficit significativos y los eventos mínimos (SEQUIA) por países en cada punto estudiado.
En concordancia con el enfoque que se le ha dado en la presente etapa, el análisis simultáneo de las características generales de las lluvias en la región de Mesoamérica y el Caribe, y en particular de los déficit de las mismas, aún a la escala espacial que estamos utilizando (que es una escala de fondo), supone emplear también escalas temporales inferiores, al menos, el mes.
En especial, un diagnóstico fiable de los “Eventos Mínimos de Corto Período” (n meses consecutivos), requiere el examen detallado de los escenarios meteorológicos que le han dado lugar. Pero, ya hemos hecho referencia a las grandes dificultades que concurren para identificar acertadamente un evento en particular, entre las que figuran la necesidad de seleccionar algún o algunos métodos de trabajo y de establecer convenios o criterios “a priori”.
Una vez “resueltos” estos problemas, es necesario disponer operacionalmente de una sólida base informativa de distintos parámetros referidos a la lluvia que permita organizar una amplia representación espacial de los mismos, en las escalas requeridas. Para ello se han aprovechado las posibilidades del Sistema Monitor del SNVS, para proporcionar dicha base sobre las lluvias y sus déficit, sustentada por puntos de rejilla, países y regiones. Esta base puede ser consultada para estos objetivos en la opción Monitoreo de este sitio WEB.
La base de referencia permite conocer y representar gráficamente y de manera inmediata un importante número de parámetros relacionados con la lluvia y en especial los “Eventos Mínimos” de cualquier punto de la región, así como facilitar la cartografía automatizada de los mismos en las escalas de tiempo y espacio seleccionadas.
El análisis de los “Eventos Mínimos” en lo adelante, puede enfrentarse en atención a la región o área geográfica deseada, así como el año y meses que nos interesa investigar, a partir de la posibilidad de focalizar los mismos en tiempo y espacio.
Como es conocido, los déficit en los acumulados de las lluvias y en consecuencia los procesos de sequía, pueden ser multicausales. Significativas reducciones del vapor de agua, en atención al tipo de masa de aire predominante; disminución en la concentración de los núcleos de condensación necesarios para garantizar la eficiencia del proceso de la precipitación; fuerte subsidencia de masa, inhibitoria de la convección; frecuencia y características de los procesos organizados productores de la lluvia; y alteración de los patrones de circulación atmosférica habituales en la región producto de perturbaciones de gran escala originadas por procesos de forzamiento climático, tales como los fenómenos ENOS, son entre otros, los principales antecedentes de los mismos sobre los cuales hay que investigar.
- Análisis de situaciones específicas
A continuación son analizadas dos situaciones específicas (Mayo de 1983 y Junio de 1988) que si bien no han sido seleccionadas en el contexto de “Eventos” en particular (tarea por hacer), sí deseamos destacarlas por dos razones principales. La primera, a los efectos de valorar el comportamiento de los datos en correspondencia con las condiciones meteorológicas específicas prevalecientes y la segunda para ofrecer una muestra de las posibilidades que brinda la base informativa en la búsqueda de pistas o señales de interés para nuestros objetivos.
En ambas situaciones se han elaborado los mapas de toda la región que contienen los acumulados de las lluvias en el mes en cuestión, expresados en rangos deciles, referidos a las distribuciones percentílicas históricas correspondientes (Norma: 1961-1990); se presentan a modo de elemento de comparación los mapas de anomalías de las lluvias para la región en estos mismos meses, preparados por el Instituto Internacional de Investigación para la Predicción Climática (IRI); una representación de las superficies isobáricas en el área en los niveles troposféricos de 925, 850, 500 y 300 hPa, con el fin de identificar los principales sistemas circulatorios prevalecientes sobre los países en estudio; cortes meridionales en distintas longitudes de interés (65, 80, 85 y 90 ° W) que revelan las características de las líneas de discontinuidad zonal y meridional entre 1000 y 200 hPa, precisando las estructuras verticales de las componentes zonales y meridionales del viento (u y v) en 80 ° W. (Figuras 2 a la 9, respectivamente). Finalmente las Figuras 10 y 11 muestran, para ambos casos, el número de meses consecutivos con “sequía” hasta dicha fecha.
Figura 2
Figura 3
Si fijamos atención en la Figura 2, ante todo debe destacarse el contraste entre los favorables acumulados de las lluvias, con rangos iguales o superiores al decil 6, desde el sudeste de Bahamas, la mayor parte de La Española, Puerto Rico y Las Antillas Menores, con el resto de la región (salvo una pequeña porción en la costa Atlántica en el sur de Nicaragua y parte de Costa Rica), con rangos iguales o por debajo al decil 5 y con un fuerte predominio de los deciles inferiores, lo que califica éste déficit de severo, más cuando se produce en el primer mes del período estacional lluvioso para distintos países del área y al cierre del poco lluvioso, momento del mayor estrés hídrico.
Al comparar este comportamiento con el reflejado en la Figura 3, donde se presentan las anomalías de las precipitaciones (también con respecto a la norma 1961-1990), elaboradas por el IRI, puede apreciarse una magnífica coincidencia entre los mismos.
300 Hpa
500 Hpa
850 Hpa
925 Hpa
Figura 4
La valoración de los patrones de circulación correspondientes, mostrados en la Figura 4, es totalmente consistente con las características y distribución de las lluvias en la región, aspecto que también confirma favorablemente la respuesta de la data disponible. El corte meridiano hecho en 80 ° W, entre 1000 y 200 hPa, refleja en el caso de Cuba, un proceso ya conocido durante la ocurrencia de eventos extremos secos en la primera fase del período estacional lluvioso, el cual se relaciona con la existencia en los niveles troposféricos medios a superiores (400 y 300 hPa), de flujos de acentuada componente norte, muy vinculados a una atípica posición e influencia sobre Cuba del anticiclón mexicano (Cutié, 2002).
Figura 5. Cortes Zonales y Meridionales para Mayo de 1983 en 65, 85 y 90 ° de longitud Oeste (a, b y c respectivamente).
En la Figura 5 se ofrecen otros cortes en 65, 85 y 90 ° W, fijando atención en las latitudes de 17 a 20 ° N, 12 a 15 ° N y 16 a 20 ° N, respectivamente, con vistas a identificar las características de los flujos predominantes sobre las áreas seleccionadas, dejando abierta su posible contribución a una mejor comprensión del comportamiento de los acumulados de las lluvias en dichas zonas.